Pasan los días y sigue sin hablarme, ya no sé que hacer para que me mire como antes, con esa sonrisa que se me clavaba hasta cuando cerraba los ojos. Al pricipio no me arrepentí de lo hecho, pero poco a poco me siento la persona más gilipollas de este planeta por haberla besado, por haberle dado la opción de separarse de mí, por haberla dejado escapar...
Mis amigas se tiran todo el día preguntándome que me pasa, casi no hablo, casi no río, así no puedo seguir. Quiero porder contarselo a mi mejor amiga, pero es todo muy raro para mí, y no sé como se lo podrá tomar, si se distanciará de mí o me ayudará, eso es lo que espero que haga, porque es la única persona que me atrevo a contárselo.
Ayer por la tarde la llamé para ir a tomar un café, iba dispuesta a sacar todo lo que me quemaba. A las 5 30 quedamos en la cafetería del parque. Al rato de estar ahí empecé a contarle todo lo sucedido. Al principio su reacción fue extraña, algo normal, pero me sentía una idiota, quería salir corriendo, pero sabía que tenía que afrontarlo.
Tras horas después en la cafetería charlando de todo tipo de cosas, la ví a lo lejos, poco a poco se iba acercando y mi corazón latía cada vez más rápido. Sentía tristeza y emoción a la vez, algo que nunca me había pasado. Pensaba que al verme se marcharía, pero entró y se nos quedó mirando....
By : Isa y María.
No hay comentarios:
Publicar un comentario