Hace algún tiempo, el simple hecho de pensar en el amor me daba risa, pero el tiempo pasa para todos y aunque no me quiera dar cuenta, estoy metida de pies a cabeza en una historia que no me deja comer ni dormir y que no me deja estar a gusto conmigo misma.
Un día, de camino a casa choqué con una compañera de clase, se le cayeron los libros y yo le ayudé a cogerlos rozando sus finas manos con las mias. Esa tarde me dí cuenta que iba a tener una nueva amiga, trás unas horas después de haber tomado un helado de oreo, nos fuimos andando cada una en su dirección.
Al día siguiente, nos cruzamos en el pasillo del instituto, la diferencié de las demás por esa sonrisa que se me clavó en la mirada. Poco a poco fuimos quedando y conociendonos aún más.
Una tarde al salir del instituto, nos fuimos a dar una vuelta por el parque, hubo un momento que no pude resistirme a besarla y sí, lo hice y estoy feliz por ello. Es verdad que esa fue la primera vez que había besado a alguien, y nunca mejor dicho, también a una mujer. Ella se marchó sin más, yo estuve esperando alguna señal, pero ella no mostraba ningún interés... CONTINUARÁ.. :)
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